Supongo que todos aquellos quienes me han seguido en mis redes sociales ya saben esto, but todavía sigo obteniendo cada semana LA PREGUNTA: “¿Estás saliendo con Derek?”. La respuesta es NO. Adoro a Derek (Michael Seater) como mi mejor amigo, pero eso es todo. Lo siento. Pero no os preocupéis, soy 100% Dasey.
Estoy casada con un jugador de hockey. Los últimos 7 años he partido mi tiempo entre Toronto, California, Michigan, Connecticut, Austria, Suiza, Alemania y Suiza. Cuando le digo a la gente que estoy casada con un jugador de hockey sobre huelo, su primera reacción es normalmente: “¡Eres súper afortunada!” o “Tiene que ser genial seguirlo por todos lados persiguiendo su sueño…”, o “¿Qué es lo que haces durante todo el día? Sentarte en cualquier parte y beber vino?” – Esta última, sin duda, mi favorita.
La verdad es que hay tiempos que lucho entre ser una “esposa del hockey” y todo lo que viene con ello. El haberme casado con un jugador de hockey significó restar tiempo a ejercer mi carrera artística, vivir dentro de una maleta, perderme cada persona que quiero más que este mundo, planes…. MUCHOS PLANES y, sobre todo, tratar de mantener una relación a distancia cuando trabajamos. Supongo que habrás escuchado el estereotipo del jugador de hockey. Si me hubieran dado dinero cada vez que me han preguntado si no estaba preocupada por si Jeremy me ponía los cuernos cuando no estaba allí, ya estaría en la lista Forbes. Hay veces que me arrepiento de vivir este estilo de vida y desearía estar en casa con mi familia. Me pierdo cumpleaños, Navidades, bebés que nacen. Sientes como que ya no eres parte de nada. Porque, seamos sinceros, no hay Skype, WhatsApp o FaceTime que pueda sustituir los grandes momentos de estar con esas personas en estos momentos tan maravillosos.
Hay veces que soy muy negativa y solo me detengo en las cosas que me pierdo y me olvido de lo agradecida que estoy por las cosas tan maravillosas que he obtenido gracias al mundo del hockey. He hecho numerosas amistades que estoy muy contenta de poderlos haber conocido, he podido viajar por el mundo con el hombre que más quiero, puedo animar a mi marido mientras persigue su sueño y, de vuelta, él SIEMPRE está ahí para empujarme a perseguir los míos. La verdad es que no me puedo imaginar no vivir de este modo. Es todo lo que siempre he conocido, y -de alguna manera- tengo que alegrarme por la incertidumbre, la tristeza o alegría, la espontaneidad y las mariposas en mi estómago que me trae cada temporada; pues, no querría vivir de ninguna otra manera.
Para un jugador de hockey sobre hielo, su carrera es corta, y quiero vivir y disfrutar cada minuto de todo hasta que Jeremy pueda jugar. No quiero arrepentirme nunca por haberme perdido una oportunidad de viajar por el mundo, conocer nuevas culturas o conocer nuevas amistades porque estaba aterrada o, por un momento, me sentía lejos de casa. Así que, ¡continuaré esta carreta sin importarme dónde nos lleve!
Soy muy afortunada de ser capaz de continuar trabajando en proyectos cuando estoy en casa. Da significado y sentido a mi pasión. Aunque a veces parezca que estoy haciendo malabares con treinta bolas a la vez, estoy más que contenta por ser actriz y esposa de un jugador de hockey.
[RFG_gallery id=’3′]